La evaluación y comprensión del entorno sobre el que se ha de actuar permite diseñar una oportuna estrategia para los objetivos que se persiguen. El éxito en Comunicación no consiste en hacer muchas cosas, sino en realizar las correctas.

Definir objetivos concretos y medibles, identificar y caracterizar a los destinatarios de nuestros mensajes y ejecutar con efectividad cualquier acción, constituye la base fundamental para garantizar los resultados esperados.